El té verde es el tipo de té más consumido en Oriente, consumo que es liderado por China y Japón. En los países Occidentales este tipo de té cada vez más gana más terreno. El nivel de consumo de té verde es impresionante. Se calcula que cada día se beben más de 3.200 millones de tazas (o vasos, para no dejar fuera a los fanáticos del té helado ??).
Tal como te explicamos en la publicación Cómo se hace para fabricar diferentes tipos de té a partir de una misma planta, todos los tés vienen de las hojas de la Camellia sinensis y el proceso de oxidación juega un rol clave en la obtención de cada tipo de té.
En el caso del té verde el fabricante detiene y evita la oxidación de las hojas. Para lograrlo, a penas la hojas son cosechadas se les aplica calor. Esto se hace en grandes sartenes de hierro o con vapor en el caso de la preparación tradicional. En la preparación industrial este proceso se lleva a cabo en grandes contenedores metálicos.
Dependiendo de la técnica que se use para aplicar el calor, se explica el por que el té verde puede ir variando en su color desde un verde olivo a un verde esmeralda
Después de este proceso de aplicación de calor, las hojas se enrollan de distintas maneras y tamaños, dándole una característica especial a cada variedad de té
Tal como ocurre con los vinos, existen cientos de variedades de té verde. Algunos ejemplos son Long Jing, Bi Luo Chun, Sencha, Matcha y Gyokuro.